El traje hace al héroe: así se crearon los looks del icónico guardián espacial para Lightyear
Las aventuras intergalácticas del guardián espacial más famoso de todos los tiempos llega a Disney+ con el estreno de LIGHTYEAR, la película más reciente de Disney y Pixar que revela la historia de origen de Buzz Lightyear, el personaje detrás del juguete en la franquicia de TOY STORY.
Más: LIGHTYEAR, LANZAMIENTO 4K ULTRA HD, BLU-RAY Y DVD
El nuevo film, que transcurre a 4,2 millones de años luz de la Tierra, fue imaginado por su director Angus MacLane como la exitosa película de taquilla que seguramente vio Andy y lo llevó a suplicar por ese fantástico muñeco con rayos láser, movimientos de karate y alas espaciales aerodinámicas. Esa idea llevó al director y su equipo creativo a crear el personaje del legendario guardián espacial con un aspecto propio, novedoso y en línea con la historia y la impronta visual de LIGHTYEAR.
Al comienzo del proyecto, el primer desafío que se presentó fue entonces diferenciar al héroe del juguete. Sin duda, Buzz Lightyear está en el podio de personajes más identificables y queridos por audiencias de todo el mundo. Como es un verdadero ícono cultural, los realizadores de LIGHTYEAR debían asegurarse de que el protagonista fuese reconocible, pero que al mismo tiempo no fuera el juguete conocido por las audiencias, sino un héroe de la vida real. “Empezamos con el juguete, por supuesto. Los artistas exploraron muchas maneras en las que el aspecto del personaje podría ser más realista”, cuenta el supervisor de personajes Mark Piretti.
Así se inició el camino hacia la concepción de un Buzz realmente humano, desentrañando los atributos que lo convierten en un personaje accesible y con quien las audiencias pudieran sentirse identificadas. Y su aspecto exterior se desprendería entonces de esa construcción.
Por un lado, los realizadores buscaron trascender los elementos cómicos a los que estaba asociado el guardián espacial en la franquicia de TOY STORY. “Nos acostumbramos a que Buzz proporcionara gran parte de la comedia. Esta película, en cambio, nos recuerda su seriedad, una característica con la que el personaje fue creado y debía transmitir. La comedia se generaba porque era un juguete que no sabía que era un juguete, pero Buzz, el héroe, es serio y ambicioso”, sostiene el productor ejecutivo Andrew Stanton.
Así, esa seriedad, en combinación con cierto aire de estrella de cine que aporta Chris Evans como la voz en inglés de Buzz, guiaron la visión del director sobre el personaje que a su vez funcionó como punto de partida para el diseño de su aspecto. “Queríamos darle vulnerabilidad a Buzz. Necesitábamos llevarlo a un lugar en el que pudiéramos empatizar con él. Su peinado, sus sombras, la forma en la que lo iluminamos, todo se unió para crear a Buzz Lightyear de una manera realmente humana”, explica dice Matt Nolte, director artístico de personajes.
Para conservar el elemento de reconocimiento instantáneo de Buzz en tanto ícono, el equipo mantuvo la paleta de colores del personaje y algunos rasgos físicos, como su mandíbula bien marcada. El próximo paso fue la NASA. Cuenta el diseñador de producción Tim Evatt: “Tuvimos que incorporar algunos de los ingredientes del juguete en el diseño, pero intentando mantener la autenticidad como si realmente fuera un traje de la NASA, utilizado por especialistas que efectivamente hacen viajes espaciales”. Respondiendo a necesidades propias de la trama, los artistas debieron diseñar varios trajes para el guardián espacial, teniendo en cuenta que cada vez que Buzz se pone el traje, pasaron muchos años desde la vez anterior.
Para lograr la máxima autenticidad posible, el equipo fue al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas, donde recibieron un “curso acelerado” sobre viajes espaciales. Los artistas también se reunieron con un asesor de diseño de trajes espaciales y estudiaron referentes de la institución Smithsonian, además de recursos cinematográficos.
Fran Kalal, supervisora de sastrería y simulación, dice que el primer traje de Buzz evoca la época inicial de exploración espacial, que priorizaba la función por sobre el diseño. “La parte del torso es voluminosa y está amarrada con un arnés. La manguera de oxígeno está suelta y es molesta para maniobrar. El comunicador de muñeca está amarrado al traje. El traje tiene rodilleras, coderas y hombreras para proteger a Buzz de los golpes en la nave, y para permitirle movilidad. El cinturón de herramientas es voluminoso con grandes hebillas de metal. Y las botas, los guantes y los anillos del cuello permiten la rotación, pero son pesados e incómodos para maniobrar”, describe Kalal.
Con cada misión, el traje de Buzz se va modernizando, tiene mayor movilidad y la tecnología está más integrada, todo con el sombreado apropiado para darle autenticidad y credibilidad. Explica Bill Zahn, director artístico de color y sombreado: “Tuvimos que agregar un cierto nivel de granularidad a los materiales para traerlos al mundo real. Los detalles, los rasguños, el daño ocasionado por el uso… se hizo a una escala que lo hace parecer de tamaño humano. El mismo rasguño en un juguete se vería mucho más grande. El Buzz humano tiene pocos rasguños, además de textura y fibras textiles discernibles”.
A partir de una comprensión más profunda de la psicología del personaje, el look de Buzz en LIGHTYEAR abre un nuevo camino en la historia visual del guardián espacial, expandiendo su alcance y llevándolo, más que nunca, al infinito… y más allá.
LIGHTYEAR llega hoy 3 de agosto a Disney+.
Más: LIGHTYEAR, LANZAMIENTO 4K ULTRA HD, BLU-RAY Y DVD
El nuevo film, que transcurre a 4,2 millones de años luz de la Tierra, fue imaginado por su director Angus MacLane como la exitosa película de taquilla que seguramente vio Andy y lo llevó a suplicar por ese fantástico muñeco con rayos láser, movimientos de karate y alas espaciales aerodinámicas. Esa idea llevó al director y su equipo creativo a crear el personaje del legendario guardián espacial con un aspecto propio, novedoso y en línea con la historia y la impronta visual de LIGHTYEAR.
DEL JUGUETE AL HÉROE
Al comienzo del proyecto, el primer desafío que se presentó fue entonces diferenciar al héroe del juguete. Sin duda, Buzz Lightyear está en el podio de personajes más identificables y queridos por audiencias de todo el mundo. Como es un verdadero ícono cultural, los realizadores de LIGHTYEAR debían asegurarse de que el protagonista fuese reconocible, pero que al mismo tiempo no fuera el juguete conocido por las audiencias, sino un héroe de la vida real. “Empezamos con el juguete, por supuesto. Los artistas exploraron muchas maneras en las que el aspecto del personaje podría ser más realista”, cuenta el supervisor de personajes Mark Piretti.
UN BUZZ REALMENTE HUMANO
Así se inició el camino hacia la concepción de un Buzz realmente humano, desentrañando los atributos que lo convierten en un personaje accesible y con quien las audiencias pudieran sentirse identificadas. Y su aspecto exterior se desprendería entonces de esa construcción.
Por un lado, los realizadores buscaron trascender los elementos cómicos a los que estaba asociado el guardián espacial en la franquicia de TOY STORY. “Nos acostumbramos a que Buzz proporcionara gran parte de la comedia. Esta película, en cambio, nos recuerda su seriedad, una característica con la que el personaje fue creado y debía transmitir. La comedia se generaba porque era un juguete que no sabía que era un juguete, pero Buzz, el héroe, es serio y ambicioso”, sostiene el productor ejecutivo Andrew Stanton.
Así, esa seriedad, en combinación con cierto aire de estrella de cine que aporta Chris Evans como la voz en inglés de Buzz, guiaron la visión del director sobre el personaje que a su vez funcionó como punto de partida para el diseño de su aspecto. “Queríamos darle vulnerabilidad a Buzz. Necesitábamos llevarlo a un lugar en el que pudiéramos empatizar con él. Su peinado, sus sombras, la forma en la que lo iluminamos, todo se unió para crear a Buzz Lightyear de una manera realmente humana”, explica dice Matt Nolte, director artístico de personajes.
VARIAS MISIONES, VARIOS TRAJES
Para conservar el elemento de reconocimiento instantáneo de Buzz en tanto ícono, el equipo mantuvo la paleta de colores del personaje y algunos rasgos físicos, como su mandíbula bien marcada. El próximo paso fue la NASA. Cuenta el diseñador de producción Tim Evatt: “Tuvimos que incorporar algunos de los ingredientes del juguete en el diseño, pero intentando mantener la autenticidad como si realmente fuera un traje de la NASA, utilizado por especialistas que efectivamente hacen viajes espaciales”. Respondiendo a necesidades propias de la trama, los artistas debieron diseñar varios trajes para el guardián espacial, teniendo en cuenta que cada vez que Buzz se pone el traje, pasaron muchos años desde la vez anterior.
Para lograr la máxima autenticidad posible, el equipo fue al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas, donde recibieron un “curso acelerado” sobre viajes espaciales. Los artistas también se reunieron con un asesor de diseño de trajes espaciales y estudiaron referentes de la institución Smithsonian, además de recursos cinematográficos.
Fran Kalal, supervisora de sastrería y simulación, dice que el primer traje de Buzz evoca la época inicial de exploración espacial, que priorizaba la función por sobre el diseño. “La parte del torso es voluminosa y está amarrada con un arnés. La manguera de oxígeno está suelta y es molesta para maniobrar. El comunicador de muñeca está amarrado al traje. El traje tiene rodilleras, coderas y hombreras para proteger a Buzz de los golpes en la nave, y para permitirle movilidad. El cinturón de herramientas es voluminoso con grandes hebillas de metal. Y las botas, los guantes y los anillos del cuello permiten la rotación, pero son pesados e incómodos para maniobrar”, describe Kalal.
Con cada misión, el traje de Buzz se va modernizando, tiene mayor movilidad y la tecnología está más integrada, todo con el sombreado apropiado para darle autenticidad y credibilidad. Explica Bill Zahn, director artístico de color y sombreado: “Tuvimos que agregar un cierto nivel de granularidad a los materiales para traerlos al mundo real. Los detalles, los rasguños, el daño ocasionado por el uso… se hizo a una escala que lo hace parecer de tamaño humano. El mismo rasguño en un juguete se vería mucho más grande. El Buzz humano tiene pocos rasguños, además de textura y fibras textiles discernibles”.
A partir de una comprensión más profunda de la psicología del personaje, el look de Buzz en LIGHTYEAR abre un nuevo camino en la historia visual del guardián espacial, expandiendo su alcance y llevándolo, más que nunca, al infinito… y más allá.
VIDEO
LIGHTYEAR llega hoy 3 de agosto a Disney+.
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